COMUNICA
LO QUE PASA CON UN PÁJARO
Veamos lo que pasa con un pájaro. Contemplarlo en una rama, o estar pendiente de su canto o de su vuelo, requiere sin duda unos sentidos aguzados, pero también una mente despierta.
Una mente capaz, por ejemplo, de responder a la pregunta de su estrecha relación con la cultura y, en general, con el mundo de la imaginación, pues pocas criaturas han despertado mayor interés en el ser humano que los pájaros. ¿Pero el pájaro de qué nos habla de la poesía, de la música, por ejemplo, se confunde con el pájaro real? Aún más….
¿Cuántas formas hay de mirar a un pájaro?
Gustavo Martín Garzo
En la escuela y en la vida nos ofrecen la oportunidad de comunicar. Las niñas y los niños constantemente buscan el hallazgo y se sorprenden, cuando encuentra ese tesoro necesitan compartirlo. Ya sean unos garabatos, ya sea una hormiga que trepa por la pared o su propia sombra bajo el sol.
Descubrir, sentir y compartir hacen que nos construyamos y vayamos entendiendo quiénes somos y qué podemos aportar al mundo.
Escuchar al otr@, recoger de su espejo es el mayor acto de comunicación.
Cuando un niñ@ se acerque a ofrecer su sorpresa, tómala y hazla propia.
"La vida verdadera se vive cuando ocurren cambios diminutos"
León Tolstoi
Veamos lo que pasa con un pájaro. Contemplarlo en una rama, o estar pendiente de su canto o de su vuelo, requiere sin duda unos sentidos aguzados, pero también una mente despierta.
Una mente capaz, por ejemplo, de responder a la pregunta de su estrecha relación con la cultura y, en general, con el mundo de la imaginación, pues pocas criaturas han despertado mayor interés en el ser humano que los pájaros. ¿Pero el pájaro de qué nos habla de la poesía, de la música, por ejemplo, se confunde con el pájaro real? Aún más….
¿Cuántas formas hay de mirar a un pájaro?
Creo que hay tres.
Podemos verlo con los ojos del naturalista, con los ojos del narrador o con los ojos del poeta.
El naturalista ve al pájaro real, el narrador al pájaro mensajero y el poeta al pájaro invisible.”
En la escuela y en la vida nos ofrecen la oportunidad de comunicar. Las niñas y los niños constantemente buscan el hallazgo y se sorprenden, cuando encuentra ese tesoro necesitan compartirlo. Ya sean unos garabatos, ya sea una hormiga que trepa por la pared o su propia sombra bajo el sol.
Descubrir, sentir y compartir hacen que nos construyamos y vayamos entendiendo quiénes somos y qué podemos aportar al mundo.
Escuchar al otr@, recoger de su espejo es el mayor acto de comunicación.
Cuando un niñ@ se acerque a ofrecer su sorpresa, tómala y hazla propia.
"La vida verdadera se vive cuando ocurren cambios diminutos"
León Tolstoi
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